miércoles, 27 de junio de 2007

Minutos musicales con Up Beat

Hola y esas cosas. Bueno, vamos a relajar un poco los ánimos. La última entrada caldeó el ambiente, lo se. Un poco de polémica nunca viene mal, ¿no? Viene bien para comprobar el principio básico de acción-reacción. Pero vamos a lo que vamos. Dicen que la música amansa a las fieras. Nunca lo he comprobado, pero quizá sea el momento apropiado.

Se trata de un juego musical muy divertido. Eso sí, engancha mucho. Una señora de Teruel, que existe (tanto la señora como Teruel), estuvo jugando durante más de cinco horas seguidas y acabó bastante mal. Pero oye, que la quiten lo "bailao", y nunca mejor dicho. Aquí, el enlace al juego.

Up Beat, baile dactilar

Espero que sea de vuestro agrado, que además hay algunas canciones bastante recomendables. Un consejo: dejad las puntuaciones que consigáis en el ránking mundial. Sirve para darse cuenta de la tremenda cantidad de gente con demasiado tiempo libre que hay suelta por el globo.

Saludos con la manita.

jueves, 14 de junio de 2007

Holofonías, el sonido en 3D

Hoy vamos a flipar en colores amiguitos. Estamos a un paso de descubrir una técnica llamada ''holofonía". Copio y pego de este blog, que tienen más idea que yo del tema y lo explican bastante bien:

Esta técnica, viene a ser para el audio lo que la holografía para la imagen, y la verdad es que los efectos conseguidos son realmente espectaculares. Para conseguir que el cerebro sea capaz de adivinar la posición de la fuente de sonido, se graban las secuencias de cada oído independientemente empleando una cabeza de dummy con dos micrófonos a la altura de cada oreja. Luego ambas grabaciones se recombinan usando un algoritmo llamado Cetera, y el resultado se emite por un único canal. Se supone que esta técnica imita a la forma que nuestro cerebro sigue para procesar el sonido, es decir a la escucha binaural (ojo, no confundir la holofonía con el estéreo: sonido que se emite por dos canales).

Así leído se puede pensar: "po vale, mu bien", pero lo cierto es que los resultados son espectaculares. Y aquí va una prueba de ello. Vamos a sentarnos en una silla virtual de una peluquería virtual, donde un peluquero virtual muy simpático (que habla inglés, eso sí) nos va a cortar el pelo totalmente gratis mientras nos explica, a su manera, todo el "rollo" de la holofonía y el algoritmo cetera.

Como advierto al principio del vídeo, importante: escuchar con cascos. Si no no se podrá experimentar el efecto envolvente 3D. Y también es imprescindible mantener los ojos cerrados durante todo el audio. Pase lo que pase, se escuche lo que se escuche. Otra recomendación es tener el volumen lo más alto posible. Sin miedo, que no hay sustos de esos tan molestos. Y sin más dilación, aquí está el vídeo/audio. Sólo hay que seguir el enlace y darle al play.


Aquí, aquí está el enlace al audio.


Y desde este link se puede bajar el mp3 al disco duro. Con el botón derecho, y guardar como.


No, no hace falta que me déis las gracias. Ale, hasta el próximo corte de pelo.

lunes, 11 de junio de 2007

Patinando con Goku

Este fin de semana se ha producido un acontecimiento totalmente sobrecogedor. No hablamos del Camp Nou, aunque nos valdría. Me refiero a algo que ha pasado aquí mismo, en La Taladradora. Por fin, y poco después de que denunciara la insostenible situación en el vídeo en el que me decidí a dar la cara, este blog ha recibido un mail que no era de spam, publicidad, o mierdas varias. De corbata los tengo todavía. Y lo mejor de todo es que ha sido un lector del blog con una sugerencia para el mismo. Así que gracias desde aquí por el detalle. Recibirás las llaves del piso en Torrevieja en el plazo máximo de una semana.

Y vamos con el patinazo que nos envía Héctor. En el patinazo anterior del diario AS, pudimos comprobar atónitos la impresionante capacidad de los redactores para inventar nuevos verbos. Una actitud muy loable, aunque arriesgada. Esta vez no nos vamos muy lejos, sólo hasta la web de Cuatro. Aquí, y también con un par de huevos, hace acto de aparición el verbo "enguyir". Aquí la prueba del delito:

Enlace a la foto. Bajo vuestra responsabilidad.

Gokuh sabemos quien es. Las Kunchisku esas, yo por lo menos no. No estoy puesto en bolas de dragón. Pero el "enguye" es lo más doloroso de todo. Me han aumentado tres dioptrías en cada ojo. Y lo peor es que, con otro par de cojones por lo menos, el error se mantiene en la web de Cuatro. ¿Una apuesta quizá?

Enlace a la página. Si Polanco levantara la cabeza...

Pues esto es todo por hoy. Ya hemos patinado suficiente. Si solucionan el fallo un día de estos, por fin este blog habrá servido para algo. Hay que hacerse oír. Aprovecho la ocasión, ya que estamos, para invitar a los lectores a que manden cosas al mail de contacto. Que hay días que hasta lo leo y atiendo a sugerencias, como queda patente en la entrada de hoy.

Saludos, y a no dar patadas al diccionario. Por favor. El nunca lo haría.

viernes, 8 de junio de 2007

La actualidad de hoy

Hola amiguitos. Lo primero, agradecer las felicitaciones por el vídeo anterior. No voy a negar que fue sólo un experimento para ver que reacción había. Viendo que la cosa gustó, habrá más. Pero vamos a lo que nos ocupa hoy. Voy con los titulares del día, a los que siempre se les puede sacar punta. Gracias, como no, al diario online 20minutos.


Los retortijones no le dejarán sin reuniones

La noticia va acompañada de Bush, nuestro presidente. El Presidente con mayúsculas. Que parece ser que se ha puesto malito, de la tripita, y no tenía ganas de ir a discutir con los demás dueños del mundo. Normal, la verdad. Total, hubiera ido o no, no se iba a sacar nada en limpio. Pero sí, parece que al final asistirá, aunque sea llevando orinal.


Sanciones por llevar minifalda o gorra en institutos de Zaragoza

Hmm, raro raro. Una minifalda bien llevada nunca debería ser sancionable. En todo caso al contrario. A no ser que, escudriñando en el titular, podamos intuir que había chicas que elegían entre minifalda o gorra para taparse las intimidades. Y claro, ir con una minifalda en la cabeza y gorra entre las piernas, sí es sancionable. Además de una gilipollez.


Le "da igual" que el himno lleve letra

¿De quién está hablando esta noticia? Rajoy no puede ser, Joaquín alias "la selección es un despelote" tampoco. Al que se la suda que el himno lleve letra o no es Fernando Alonso, el omnipotente y omnipresente piloto de fórmula 1. Como a la inmensa mayoría de los españoles, debería añadir. El himno ya es feo de por sí, ¿para qué joderlo más? Además, dada la gran voz y el salero de Alonso, prefiero no imaginármelo cantando el himno.


Un valenciano inventa un sistema por el que los neumáticos no pinchan

Joder, este valenciano ha descubierto América. ¿Cómo van a pinchar los neumáticos, si son redonditos y suavitos? Pinchar pincha, por ejemplo, el bigote de la Pantoja. Una rueda no, por Dios.


Paris sale de la cárcel por motivos de salud

El titular nos remite, sin piedad, a Paris Hilton, la petarda por antonomasia. Lo que no se especifica es si se resentía su salud o la de el resto de reclusos por tener que aguantarla. Yo apostaría por lo segundo.


El Papa advierte que contaminar "es pecado"


Así que ya sabéis, no tiréis la bolsa de cheetos al suelo, que vamos al infierno de cabeza. Según Ratzinger Z, "quien destruye la Amazonia comete un pecado grave, pero tirar una bolsa de basura por la calle es pecado venial". No especifica que tipo de pecado sería tirar un preservativo. Usado. Mortal, pecado mortal.


Un jabalí de 100 kilos ha sido visto en el cementerio de Valencia

Ostras ¿estaría llevando flores a alguien? Se debe haber equivocado el pobre, porque ahí pocas cosas de interés para un jabalí puede haber. Bueno, los cementerios tienen poco interés en general. No hay ambiente. Está todo un poco muerto.


Y esto es todo por hoy. Seguiremos con mas paridas otro día. Si Bush nos deja.

lunes, 4 de junio de 2007

Dando la cara



sábado, 2 de junio de 2007

Peligros del cuarto de baño

El cuarto de baño es la parte más peligrosa de todo hogar que se precie. Lo digo con conocimiento de causa, que conste. Y, si no es peligroso, al menos es irritante. De esto se da cuenta uno por las mañanas, que es cuando hay hora punta para entrar al servicio. Momentos duros. Aunque aquí se da una paradoja interesante. Los días que consigues entrar el primero, te arrepientes rápido. Concretamente, al sentarte en la taza. Suele estar fría de cojones. Viene bien que alguien la haya calentado previamente, para evitar frías sorpresas. Aquí comienzan las hostilidades y el mal rollito.

La cosa, por desgracia, no termina aquí. Pobre de ti como quieras darte una ducha (que a veces viene bien, para no oler mal y esas cosas) y haya dos baños en tu casa. Entonces puede que pagues muy caro la parsimonia y la pereza matinal, amigo. La ducha se convierte en un duelo por ver quien consigue mayor caudal de agua, a la mayor temperatura posible. Los “volantazos” al grifo acompañados de gritos de “me cago en su puta madre” suelen ser memorables. Y recuerda: es mejor morir escaldado que permitir que tu rival se lleve una sola gota de agua caliente. Que se joda.

El cuarto de baño en sí es un lugar extremadamente peligroso. Esa cantidad de botes de laca, colonia, espumas, productos cosméticos, colonias, desodorantes, etc. es desproporcionada, aunque depende de cada casa. Una cerilla, y sales en los papeles y con los pies por delante. Vamos, que a veces el baño más que un remanso de paz e intimidad parece un polvorín de Al-Qaeda. Ah no, me comunican que es de ETA. Qué despiste más tonto.

Con vuestro permiso, volvemos al retrete. Porque no hay nada más triste en esta vida (sin contar la selección española de furgol) que quedarse sin papel. Higiénico, se entiende. Que no entiendo por qué se llama higiénico, si está avocado y resignado a llenarse de mierda. Pero en fin, vayamos al grano. El problema ya no es encontrarte con ese canuto de cartón vacío, desnudo, sin objetivos en la vida más que dejar paso a su sucesor. Sí, es un rollo. Lo peor de todo es cuando no hay recambios en el cuarto de baño. En casa basta con una llamada de emergencia a algún familiar cercano pero, ¿y si nos pasa por ahí fuera?

Bien, aquí llegamos a la experiencia traumática por antonomasia: encontrarte en un servicio público sin papel higiénico. Es entonces cuando y te cagas (y nunca mejor dicho) en ti mismo por no llevar un puto paquete de kleenex encima. En ocasiones, de haber solución al dilema, la misma es patética hasta la médula. Hay gente que ha llegado a usar su ropa interior para tal cometido en casos de extrema emergencia. Un amigo mío (yo no, un amigo) que se vio en esta tesitura tuvo que salir del habitáculo con los pantalones bajados e introducirse en el anexo, en el cual, gracias a todos los dioses de las mitologías griega y egipcia juntas, había papel de sobra. Hubo que asegurarse antes de salir con el culo al aire de que no había nadie cerca, para no hacer el ridículo y esas cosas. Pobre chico, que mal lo debió pasar.

Podemos seguir hablando de los servicios públicos, porque dan mucho juego. Y son muy tocapelotas a veces en situaciones de urgencia intestinal. Porque, por ejemplo, ¿a quién se le ocurrió la feliz idea de poner un puñetero código tipo caja fuerte en las puertas de ciertos servicios? Joder, ni que guardaran ahí la recaudación del mes.

Cuando llegas cagándote vivo a uno de estos servicios de alta seguridad es una experiencia maravillosa. Bajas las escaleras a toda hostia jugándote tu integridad física, y te encuentras con los numeritos ahí puestos, sabedores de que te estás yendo por la pata abajo pero impasibles e inmisericordes. Subes hasta arriba y corres hasta el mostrador, en el cual, tras unos cuantos Whopper, MacFlurrys y Patatas JanderPollo, un dependiente se percata de tu cara de sufrimiento extremo. Aciertas, entre lágrimas, a pedirle el código, y lo memorizas. Lo memorizas porque tu vida va en ello. Es más, si en vez un número de 4 digítos te soltaran en ese momento uno de 15, te lo aprenderías igual. Cuestión de supervivencia. Bajas la escalera, esta vez de tres en tres, tecleas el código con una inusitada precisión táctil y entras, por fin, al servicio, para descubrir la esencia de la felicidad.

Pero no todo en esta vida es defecar, como dice el proverbio chino. Mentira, me lo acabo de inventar. También hay que hacer necesidades menores. En casa, salvo el tener cuidado con no mear fuera del tiesto, no hay demasiado que comentar. Fuera de casa, de nuevo, la cosa se complica. Mear se convierte en un escrupuloso cálculo de posibilidades posicionales en base al escenario y opciones planteadas. Y todo para intentar evitar las inevitables miraditas del compañero de al lado. ¿Por qué lo hacemos? ¿Curiosidad innata? ¿Complejo? ¿Aburrimiento? Nadie lo sabe, pero es un hecho.

De ahí que las personas elijan el sitio para mear más alejado de la puerta y, si puede ser en un extremo, mejor. De no haber esta posibilidad, será imprescindible dejar un urinario de seguridad entre el cabrón que llegó a mear antes y tú. De no ser posible ningún supuesto anterior, valor y al toro. La última opción se da mucho en los servicios de bares de carretera, llenos hasta la bandera de vejigas hasta los topes.

Pues esto ha sido todo, podemos dar por terminado este detallado análisis de los baños y lo que les rodea. Voy a mear, que me han entrado ganas. Espero volver de una pieza.

Saludos.