Ex-alcohólicos a prueba
No, no es el título de un nuevo programa de Telecinco. Es algo que nunca debería haber ocurrido. Es un fallo garrafal, una provocación inaceptable. Esto es como si yo voy a Kenia y me cago en su bandera. Bueno, igual la comparación es un poco absurda, pero ya me entendéis. Espero.
Sí, vale, me explico un poco más. Resulta que en la localidad de Fuenlabrada, población del sur de Madrid a la par que mina inagotable de recursos para este blog, existe en local en el que se reúnen ex-alcohólicos. Hasta aquí todo bien. El conflicto llega cuando a alguien se le ocurre la feliz idea de abrir un bar de copas justo en frente. Así, con un par.
Nada, a cinco metros vive la tentación. Y el logotipo de Mahou ahí bien grande, por si cabía alguna duda. Aquí tenemos otra prueba fotográfica de este atentado sin precedentes.
La foto de la infamia.
Joder, es que encima el local se llama Madness. Sí que es una locura, sí. Yo le preguntaría a los artífices de esta gran iniciativa si no habían visto lo que había cruzando la calle. Oye, quien sabe, igual no se habían fijado. Pues a fijarse más, cojones. ¿Qué será lo próximo? ¿Pastelerias al lado de locales de reuniones de adelgazamiento? ¿Armerías cerca de consultas de psiquiatras? ¿O quizá tiendas de telefonía movil cerca de colegios? Bueno, esto último es algo común. Y así nos va, que los niños en unos años nacerán con Bluetooth incorporado.
No quisiera irme sin dar las gracias a Javi y Ainhoa por haber descubierto y denunciado este gravísimo hecho. Una ronda para ellos. Invitan los del local de en frente, que tienen algo ahorrado. Si les dejan.
Seguiremos taladrando.
Sí, vale, me explico un poco más. Resulta que en la localidad de Fuenlabrada, población del sur de Madrid a la par que mina inagotable de recursos para este blog, existe en local en el que se reúnen ex-alcohólicos. Hasta aquí todo bien. El conflicto llega cuando a alguien se le ocurre la feliz idea de abrir un bar de copas justo en frente. Así, con un par.
Nada, a cinco metros vive la tentación. Y el logotipo de Mahou ahí bien grande, por si cabía alguna duda. Aquí tenemos otra prueba fotográfica de este atentado sin precedentes.
La foto de la infamia.
Joder, es que encima el local se llama Madness. Sí que es una locura, sí. Yo le preguntaría a los artífices de esta gran iniciativa si no habían visto lo que había cruzando la calle. Oye, quien sabe, igual no se habían fijado. Pues a fijarse más, cojones. ¿Qué será lo próximo? ¿Pastelerias al lado de locales de reuniones de adelgazamiento? ¿Armerías cerca de consultas de psiquiatras? ¿O quizá tiendas de telefonía movil cerca de colegios? Bueno, esto último es algo común. Y así nos va, que los niños en unos años nacerán con Bluetooth incorporado.
No quisiera irme sin dar las gracias a Javi y Ainhoa por haber descubierto y denunciado este gravísimo hecho. Una ronda para ellos. Invitan los del local de en frente, que tienen algo ahorrado. Si les dejan.
Seguiremos taladrando.
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