Entre los escombros del E3
Hubo un tiempo en que el E3 (Electronic Entertainment Expo) fue el gran escaparate de los videojuegos a nivel mundial. Una fecha marcada en rojo en el calendario para todos aquellos que seguimos (o seguíamos) esta afición con cierto cariño. Pero este tiempo dorado del E3, por extensas y variadas razones que ahora no vienen al caso, se ha ido para probablemente nunca más volver. Y, con él, las sorpresas y la “magia” de un evento antes único.
Las compañías, que ya saben que la cosa va de capa caída, no hacen demasiado por evitar la debacle. Las conferencias cada vez son más aburridas (sobre todo en el caso de Nintendo, fracaso estrepitoso del que hablaremos en breve) y consistentes en realizar autofelaciones continuadas sobre lo bien que venden o expanden el mercado. Bien, mientras que ustedes se llenan los bolsillos, ¿a qué jugamos nosotros?
Vamos con Nintendo, anteriormente conocida como “la gran N”. También hubo un tiempo, cada día que pasa más lejano, en el que Nintendo se dedicaba a hacer juegos. Ahora el bombardeo de aberraciones que antes tenían gracia pero que ya empiezan a oler a kilómetros es exagerado e indiscriminado. No hubo apenas propuestas por parte de Nintendo exceptuando Animal Crossing, un tipo-sims más visto que el tebeo, un nuevo Wii Sports (eso sí, con detección de movimientos mejorada) y un Wii Music que huele a fracaso y naufragio jugable. Vamos, originalidad total por su parte. Wii y Nintendo DS son, hoy por hoy y si nadie lo remedia, consolas difuminadas y casi fantasmales, vagando como almas en pena por el mundo de las consolas. Verdaderamente decepcionante y lamentable.
Microsoft y Sony, aunque también con conferencias cercanas al tedio, al menos demostraron que siguen teniendo consolas con las que se puede jugar un rato de vez en cuando. Sin demasiadas sorpresas, pero con un futuro más que prometedor para ambas. Por ejemplo, y listo juegos que serán notables como mínimo, Resident Evil 5, Killzone 2, Banjo & Kazooie 3, un nuevo Prince of Persia, Fable 2, un nuevo Halo, Gears Of War 2, Final Fantasy XIII, etc.
Precisamente de la mano de Final Fantasy XIII llegó el único bombazo de la feria y, de hecho, una de las noticias más impactantes del mundo de las consolas en la última década. Desde este momento, Sony y su Play Station pierde la exclusividad de la saga Final Fantasy, que pasará a compartir con Microsoft, al menos durante esta generación de consolas. Todo un golpe de efecto y de timón totalmente inesperado.
Pero sí, en general, decepción absoluta por todas las partes. Sobre todo desde Nintendo, quienes parecen haber olvidado con esto de la ampliación de mercado y los nuevos jugadores ocasionales de todas las edades que los que les han mantenido durante toda su historia esperan algo más que entrenadores mentales, básculas para pesarse o simuladores musicales de más que dudosa calidad.
Hoy, por desgracia y aunque se veía venir, paseamos entre los escombros de Nintendo y del E3.
Las compañías, que ya saben que la cosa va de capa caída, no hacen demasiado por evitar la debacle. Las conferencias cada vez son más aburridas (sobre todo en el caso de Nintendo, fracaso estrepitoso del que hablaremos en breve) y consistentes en realizar autofelaciones continuadas sobre lo bien que venden o expanden el mercado. Bien, mientras que ustedes se llenan los bolsillos, ¿a qué jugamos nosotros?
Vamos con Nintendo, anteriormente conocida como “la gran N”. También hubo un tiempo, cada día que pasa más lejano, en el que Nintendo se dedicaba a hacer juegos. Ahora el bombardeo de aberraciones que antes tenían gracia pero que ya empiezan a oler a kilómetros es exagerado e indiscriminado. No hubo apenas propuestas por parte de Nintendo exceptuando Animal Crossing, un tipo-sims más visto que el tebeo, un nuevo Wii Sports (eso sí, con detección de movimientos mejorada) y un Wii Music que huele a fracaso y naufragio jugable. Vamos, originalidad total por su parte. Wii y Nintendo DS son, hoy por hoy y si nadie lo remedia, consolas difuminadas y casi fantasmales, vagando como almas en pena por el mundo de las consolas. Verdaderamente decepcionante y lamentable.
Microsoft y Sony, aunque también con conferencias cercanas al tedio, al menos demostraron que siguen teniendo consolas con las que se puede jugar un rato de vez en cuando. Sin demasiadas sorpresas, pero con un futuro más que prometedor para ambas. Por ejemplo, y listo juegos que serán notables como mínimo, Resident Evil 5, Killzone 2, Banjo & Kazooie 3, un nuevo Prince of Persia, Fable 2, un nuevo Halo, Gears Of War 2, Final Fantasy XIII, etc.
Precisamente de la mano de Final Fantasy XIII llegó el único bombazo de la feria y, de hecho, una de las noticias más impactantes del mundo de las consolas en la última década. Desde este momento, Sony y su Play Station pierde la exclusividad de la saga Final Fantasy, que pasará a compartir con Microsoft, al menos durante esta generación de consolas. Todo un golpe de efecto y de timón totalmente inesperado.
Pero sí, en general, decepción absoluta por todas las partes. Sobre todo desde Nintendo, quienes parecen haber olvidado con esto de la ampliación de mercado y los nuevos jugadores ocasionales de todas las edades que los que les han mantenido durante toda su historia esperan algo más que entrenadores mentales, básculas para pesarse o simuladores musicales de más que dudosa calidad.
Hoy, por desgracia y aunque se veía venir, paseamos entre los escombros de Nintendo y del E3.
3 comentarios:
Gran replica, amigo taladrador.
No segui en directo el E3, pero me imagine que seria un fracaso.
Esperemos que aun se pueda levantar cabeza...
Están jugando con el sueño de millones de personas
Que lento avanza el medidor de visitas :(
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