jueves, 25 de enero de 2007

La risa floja de Erik Hartman

Tenemos el vídeo que demuestra que Pedro Piqueras no es el único personaje televisivo con la cualidad de descojonarse en directo. Lo que pasa es que el tal Erik Hartman sobrepasa todos los límites de lo imaginable.

Este vídeo tiene ya su tiempo, pero la versión nueva que vais a poder ver incluye subtítulos para no perderse ningún detalle de la delirante entrevista. A grandes rasgos: presentador en apuros, invitados que le ponen en aprietos y una situación muy incómoda. Play.



El pobre llega un momento en que se rinde y ya ni pide perdón por partirse de risa. Le faltan fuerzas físicas para hacerlo. Aparte de los dos momentos clave con sus carcajadas más escandalosas (sexualidad y compañero ronco del público), hay otros detalles que destacar.

Uno es la mujer de detrás de Erik, vestida de marrón (un color muy apropiado, porque menudo marrón) que no pierde la sonrisa cómplice ante lo que ven sus ojos y escuchan sus oídos. En su cara podemos ver dos cosas: comprensión y descojone interno. Tampoco hay que perder de vista los golpecitos que da el señor Hartman en la rodilla de Valair cuando se da cuenta que se está pasando de la raya. Como si con eso fuera a solucionar algo.

Y el final (los últimos 15 segundos del vídeo) son también dignos de mención. Atentos a la cara y gestos del pobre Erik, el DJ Boemerang. Está como diciendo, "bueno, me gustaba más la tele, pero que le vamos a hacer". Una tragedia, sin duda.

Me voy ya, no sin antes recomendar un segundo visionado para fijarse en los momentos estelares de este programa de Erik Hartman que fue, como el mismo cuenta, el último de su carrera televisiva.

A mí no se me ocurriría una mejor forma de decir adios que a carcajada limpia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenisimo el video de hoy!
Nunca lo habia visto y me ha parecido de lo mejor.. No se de donde sacas los contenidos de la pagina, pero muchos de ellos son cojonudos.

P.D: Yo al final me he quedado con mal sabor de boca.. Que le despidieran de esa forma tuvo que ser un putadon.