El día sin IVA
O la batalla de todas las batallas. Ayer me pasé por Media Markt para mirar cosas, por la promoción de esta cadena de tiendas. En el día de ayer, todo producto que compraras era rebajado un 16 por ciento. Ciertamente tentador. ¿Y cual fue el resultado de todo esto? El caos total.
Nunca había visto nada igual. Camino ya del Media Markt, a las cuatro de la tarde, la marea de bolsas rojas que me encontraba era síntoma de que la cosa no era normal. Me acordé de las típicas películas catastrofistas en las que al cundir el caos en la ciudad, la población corre a los comercios para saquearlos. Pues algo similar, pero pagando. Fue al entrar cuando descubrí el vietnam hecho centro comercial. Ni en Navidad, ni el día antes de Reyes. Mis ojos no habían visto nunca nada semejante. Y los del resto tampoco, que utilizaban sus teléfonos móviles para alertar a sus familiares y amigos de lo que sucedía ahí dentro. Y no, aunque lo parezca no estoy exagerando lo más mínimo.
Todas las colas llenas, y aproximadamente 50 minutos de espera para pagar, viendo como la gente iba y venía cogiendo todo tipo de productos. Como unas rebajas, pero a lo bestia. Consolas, televisiones de plasma, lavadoras, ordenadores. Todo volaba. Las pobres chicas de las cajas no daban a basto, parecían tener ataques epilépticos en todo momento.
En ese tiempo que estuve dentro pude presenciar el más alto exponente del consumismo de nuestra sociedad del que, a mi pesar, fui partícipe. Consumismo exacerbado, consumismo avergonzante, consumismo en definitiva.
Saludos.
Nunca había visto nada igual. Camino ya del Media Markt, a las cuatro de la tarde, la marea de bolsas rojas que me encontraba era síntoma de que la cosa no era normal. Me acordé de las típicas películas catastrofistas en las que al cundir el caos en la ciudad, la población corre a los comercios para saquearlos. Pues algo similar, pero pagando. Fue al entrar cuando descubrí el vietnam hecho centro comercial. Ni en Navidad, ni el día antes de Reyes. Mis ojos no habían visto nunca nada semejante. Y los del resto tampoco, que utilizaban sus teléfonos móviles para alertar a sus familiares y amigos de lo que sucedía ahí dentro. Y no, aunque lo parezca no estoy exagerando lo más mínimo.
Todas las colas llenas, y aproximadamente 50 minutos de espera para pagar, viendo como la gente iba y venía cogiendo todo tipo de productos. Como unas rebajas, pero a lo bestia. Consolas, televisiones de plasma, lavadoras, ordenadores. Todo volaba. Las pobres chicas de las cajas no daban a basto, parecían tener ataques epilépticos en todo momento.
En ese tiempo que estuve dentro pude presenciar el más alto exponente del consumismo de nuestra sociedad del que, a mi pesar, fui partícipe. Consumismo exacerbado, consumismo avergonzante, consumismo en definitiva.
Saludos.
2 comentarios:
Dire lo tipico en estos casos..
Este post sin fotos no vale nada!
Pues mira, me has dejado con la duda..
¿Llegaste a comprar algo? xD
Pues sí, si que compré algo. Una 360. Y me costo 360.
Ya ves tu que cosas xd
Publicar un comentario