Belén Rueda, los Serrano y el acecho de House

¿Quién no se acuerda de la muerte de Chanquete? Toda una generación traumatizada, por Dios. Y las posteriores también, gracias a las innumerables reposiciones de Verano Azul (o como decía el pésimo chiste, un pitufo enseñando el culo). Incluso algunos vieron en la muerte de Marcial, ese entrañable personaje de Médico de Familia que tuvo un final fatal al término de la serie, una reencarnación (si se me permite el término) del mismísimo Chanquete. Pues bien, los guionistas de esa maravillosa teleserie llamada Los Serrano han decidido cepillarse (con perdón) a Lucía, el personaje interpretado por Belén Rueda, en un accidente de tráfico. Ya tenemos una nueva tragedia televisiva a punto de caramelo.

Pero no hay por qué llorar ni agotar las existencias de kleenex aún: Belén Rueda irá a un lugar mejor. Concretamente al teatro en la obra Closer y al cine con El Orfanato, película de terror producida por el gran (en todos los sentidos) Guillermo del Toro. deducimos que la razón principal de matar a Lucía es porque Belén Rueda tiene cosas mejores que hacer que encasillarse en Los Serrano. Ha tardado demasiado en darse cuenta, pero nunca es tarde si la dicha es buena. Dicen.


Diego y Lucía, Lucía y Diego. Uno menos.

Aún así, yo me pregunto una cosa. Si cuando Belén estaba en pleno rodaje de Mar Adentro su personaje fue destinado a Barcelona, ¿por qué no hacerlo ahora igual? O que se yo, mandarla a Kabul por ejemplo. Por dos razones. La primera y probablemente de más peso, que la actriz ha decidido dejar definitivamente la serie. Pero las malas lenguas (y la mía lo es a veces, hoy tocaba) apuntan otro factor importante. Y no es otro que el acecho del Doctor House a la serie de Telecinco. House, hasta la semana pasada en la que se produjo un alejamiento de porcentajes, estaba dando caza a nuestros amigos del jamón. Asi que, ¿qué mejor que matar a un personaje para aumentar la audiencia de este capítulo hasta límites desconocidos? Nada.

El del próximo martes será un capítulo como todos. Actores de casi 30 años en el instituto, absurdas y repetidas hasta la náusea tramas machisto-feministas, las tonterías de Fiti, los tics de Diego Resines y las historias de amor tan bonitas como poco creíbles. Sólo habrá una diferencia. Y sí, será determinante. Habrá que programar el vídeo, porque a House no me lo pierdo.

Larga vida al morbo.