¿Quieres ser el visitante número 9999? (2)
Hago un alto en el camino, un breve pero preciso inciso en las vacaciones de la persona que lleva este blog. Y lo hago porque las visitas van a un ritmo más rápido del que pensaba. Mira tú que cosas. Y claro, aunque soy el Gran Hermano de este blog, de poco me sirve serlo si estoy en la playita tomando el sol mientras que vosotros, queridos lectores, leéis esto pensando en el madrugón de mañana. Sí, es una putada, pero no tengo el don de la ubicuidad ni la bilocación. De momento.
En el caso de que no reciba ningún mail del visitante 9.999, será el 10.000 el que se lleve el premio. Esto es importante, ya que aunque llegues tarde, siempre puedes probar suerte por si acaso nadie se te ha adelantado. Quién sabe, ¿no?
Dicho esto, me retiro a disfrutar de la vida. Suerte a todos, pronto se resolverá la incógnita del visitante mágico. Hasta entonces, os dejo con una pregunta sin respuesta: ¿Por qué en verano no hay crisis?
Saludos. Seguiremos taladrando.
Es por ello que he decidido dar un giro a la magnífica e inigualable iniciativa del visitante 9.999. El giro consiste en que tendréis que ser vosotros los que tengáis que estar muy atentos al contador de visitas para, en el momento en que descubras que eres tú el agraciado visitante 9.999, hacer una captura de pantalla y enviarla al mail del blog (lataladradora@gmail.com) junto con datos personales para que el Taladrador se ponga en contacto con el ganador después del período vacacional. Acabas de leer una de las oraciones más largas de la historia. Sin contar el Credo, claro.
En el caso de que no reciba ningún mail del visitante 9.999, será el 10.000 el que se lleve el premio. Esto es importante, ya que aunque llegues tarde, siempre puedes probar suerte por si acaso nadie se te ha adelantado. Quién sabe, ¿no?
Dicho esto, me retiro a disfrutar de la vida. Suerte a todos, pronto se resolverá la incógnita del visitante mágico. Hasta entonces, os dejo con una pregunta sin respuesta: ¿Por qué en verano no hay crisis?
Saludos. Seguiremos taladrando.